SISTEMAS DE ENTRENO
SISTEMAS
En los últimos años se ha producido un aumento de la actividad a elevada intensidad (>19.8 Km·h-1) demandada por la competición (Barnes, Archer, Hogg, Bush, & Bradley, 2014). Este aumento de la intensidad, ha coincidido con un cambio en la metodología de entrenamiento en la última década. Es por ello, que en estos últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento del entrenamiento interválico de alta intensidad (EIAI). De esta forma, los primeros estudios realizados con futbolistas, ya mostraban la efectividad de la propuesta tradicional de EIAI (4×4 min de carrera al 90% de la frecuencia cardíaca máxima, con 3 min de recuperación activa) para la mejora del consumo máximo de oxígeno y el rendimiento físico en la competición, entre otras variables (Helgerud, Engen, Wisloff, & Hoff, 2001). Posteriormente, diferente propuestas más específicas llevadas a la práctica por medio de circuitos de habilidades (Hoff, Wisloff, Engen, Kemi, & Helgerud, 2002; Sporis, Ruzic, & Leko, 2008), o situaciones reducidas de juego (SRJ) (Impellizzeri et al., 2006) han confirmado al EIAI como un medio de entrenamiento interesante para permitir al futbolista soportar las demandas de la competición (Iaia, Rampinini, & Bangsbo, 2009). Además, nuevas formas de EIAI han surgido fruto de la investigación realizada en ésta década, entre las que podemos destacar el entrenamiento de sprint repetidos (repeated sprint training, RST) y el sprint interval training (SIT). Buchheit & Laursen (2013), describen de forma magistral la metodología, los rangos de intensidad y las respuestas fisiológicas asociadas a estas nuevas formas de entrenamiento de alta intensidad (Buchheit & Laursen, 2013b) (Figura 1).
Figura 1. Rangos de intensidad usados para diferentes formas de EIAI (Buchheit & Laursen, 2013b).
La propuesta de SIT, se caracteriza por la realización de esfuerzos cortos (20-30s) pero ejecutados a la más alta intensidad posible (All-OUT) (Figura 1), con un número de repeticiones que oscila entre 6-10 y con una recuperación pasiva de ~ 2 min (Buchheit & Laursen, 2013a).
A pesar de los beneficios fisiológicos de esta propuesta, el SIT así concebido puede resultar un entrenamiento mal tolerado por los jugadores debido a la escasa especificidad mecánica respecto a las demandas de la competición (es poco probable que un futbolista realice 30 s de esfuerzo en carrera a la máxima intensidad durante un partido de fútbol). Además, debido al limitado tiempo para entrenar y la necesidad de rendir al máximo nivel posible cada fin de semana, los entrenadores suelen priorizar en sesiones de entrenamiento integradas, donde se mezclan los elementos técnicos, tácticos y condicionales (Campos-Vazquez et al., 2014).
Y este es el objetivo del post de hoy. Compartir con vosotros un ejercicio diseñado con los parámetros del SIT, pero implementado de forma integrada, cuyo objetivo es la asimilación de determinados comportamientos tácticos junto con una mejora de las adaptaciones periféricas.